Nuestro obispo, el padre Galo Fernández Villaseca, realizó la bendición el jueves 25 de mayo acompañado por el padre Luis Alarcón, Vicario de Pastoral Social, los encargados de la PMH en Curicó, y hermanos migrantes.
La bienvenida a estas nuevas dependencias se inició a las 18:00 horas, y Jorge Abarzúa, uno de los encargados de la PMH, expresó su alegría por las personas presentes en este momento tan importante.
“Gracias por estar aquí, por venir a compartir con nosotros un hito tan importante para nuestra larga historia de compromiso con nuestros hermanos migrantes. Esta tarde inauguramos y con esta acción volvemos a decirle a ustedes que estamos comprometidos con esta causa. Queremos como ha dicho el Papa Francisco en la encíclica Fratelli Tutti, ser puente para la acogida, la promoción, la prevención y la integración de todo aquel que viene de otro país”.
Patricia Jofré, otra de las encargadas de la PMH, habló sobre la historia de la pastoral en Curicó, y todo el apoyo que han recibido en estos años para seguir en este camino de acompañamiento.
Seguidamente, nuestro pastor leyó el Evangelio del día y aseveró que así son las cosas de Dios: “Parten pequeñas, con motivaciones del corazón, y van aglutinando esfuerzos, va apareciendo la iniciativa que Dios puso en el corazón de distintas personas, laicos de las comunidades parroquiales, congregaciones religiosas, la Iglesia con sus pastores, que se van tejiendo para hacer realidad algo que nace de la conciencia de un dolor, la dificultad que viven los hermanos y hermanas migrantes”.
A partir de este momento, monseñor Fernández bendijo las nuevas instalaciones y posteriormente se invitó a todos los presentes al salón para disfrutar de un pequeño espectáculo cultural, donde se presentaron una joven venezolana quien interpretó dos canciones en el piano, seguidamente bailaron cueca y otra joven bailó joropo, baile tradicional venezolano.
Luego dos hermanos migrantes de Venezuela, Juan Pérez y Yaneth Perozo, entregaron su testimonio, agradeciendo el apoyo de la PMH en diversas áreas, para su integración a Chile y a la ciudad de Curicó, recalcando que no solo ha sido un ayuda jurídica o material, sino un verdadero acompañamiento en una situación compleja.
Ya casi al finalizar este encuentro, el padre Luis Alarcón, también se expresó asegurando que “esta pastoral partió con el cariño, con las ganas, con Jorge y Paty aquí en la zona Curicó, con Joyce Araujo como coordinadora para toda la diócesis, y luego que las hermanas Esclavas del Sagrado Corazón llegaran a apoyar esta tarea, le ha dado un nuevo impulso, cada uno aporta lo que tiene para que cada día vaya teniendo una mayor capacidad de servicio solidario a esta dimensión tan permanente”.
Cabe destacar, que esta nueva casa se ubica en la calle León XIII #1240, entre avenida Freire y Manuel Correa, detrás de la parroquia El Rosario.
