El sábado 18 de noviembre se reunieron los miembros del CPD, para abordar la misión en nuestra diócesis bajo la guía del texto “La Animación Misionera de la pastoral”.
Este encuentro se llevó a cabo en la parroquia Sagrada Familia de Curicó Rural, y asistieron más de 50 agentes pastorales, quienes fueron recibidos con un rico desayuno, la oración inicial a cargo de la hermana Ana Carvajal y unas palabras de bienvenida del padre Cristian Avendaño, Vicario de Pastoral.
Así mismo, el vicario explicó cuál es el objetivo de esta actividad, que es seguir trabajando en el proceso sinodal y en las intuiciones, poniendo especial énfasis en la misión. Explicó también el cronograma de la jornada, y entregó la palabra a nuestro obispo, el padre Galo Fernández, quien daría luces sobre el texto “La Animación Misionera de la Pastoral”.
“Un poco el trabajo que tenemos que hacer es volver a conversar sobre la misión, y digo volver porque en realidad ha sido un tema central en la reflexión de la Iglesia desde hace ya mucho tiempo, de hecho en el lema de nuestro logo diocesano dice que somos una iglesia en misión. Y si alguno se acuerda bien desde hace prácticamente 20 años, en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano en Aparecida, se quiso instalar fuertemente la dimensión misionera como algo medular, que tenía que ayudarnos a renovar nuestro modo de ser y de vivir”.
“No es tanto que la Iglesia tenga una misión, sino que la misión tiene a una comunidad a quien se le encomienda esta tarea, que existe para evangelizar, pero claro aquello exige que los protagonistas de esta tarea estén empapados del amor y el encuentro con Cristo, no se puede evangelizar si uno no transpira el Evangelio”, agregó nuestro pastor diocesano.
Discernir para una mejor Iglesia
Una vez que Mons. Fernández concluyó su exposición, se invitó a los agentes pastorales a realizar un trabajo individual, donde debían contestar la pregunta: ¿Cómo pasar de ser discípulo que hace misión a ser discípulo misionero?.
Concluido este momento, se dividieron a los presentes en grupo, y ahora debían reflexionar en comunidad sobre esta misma pregunta, y elegir dos opciones que pudieran responder esta pregunta con una acción.
Luego cada grupo, pudo expresar su discernimiento en el plenario, como Manuel Oyarce, quien integraba el grupo número 3.
“Nosotros llegamos a la conclusión de anunciar a Cristo en una cultura globalizada, esto quiere decir que no nos quedemos solamente con la misión que hacemos en verano o pequeñas misiones que tenemos programadas, sino misionar cada día, vivir el apostolado todos los días y ser amable con las personas, pero todos los días, no solamente en la fecha específica que tenemos siempre, y así alimentar nuestra vida interior para la misión”.
Rebeca Contreras, integrante del grupo 5 también expresó las dos ideas que más resonaron en este trabajo en comunidad para ellos.
“Nosotros llegamos a sintetizar dos textos, lo primero de todo es que no podemos ser misioneros sin un encuentro constante con el Señor, desde el encuentro con el Señor salir a mostrarlo en todo nuestro entorno, pero partiendo desde la familia, y en toda la vida diaria de una manera alegre y acogedora. Y nuestra segunda idea es una iglesia cercana a la oración, al encuentro con el Señor y desde ahí, desde la oración pasar a la acción”.
Del grupo 6, Yoana González, explicó cuáles son los puntos fundamentales para ser discípulos misioneros.
“Nosotros vimos estos dos puntos: El primero es dar testimonio del encuentro con Cristo y de haber sido llamados y escogidos con alegría, tenemos que ser ese testimonio para todas las personas que puedan llegar a nuestras parroquias. Y lo segundo es hacer una iglesia que se renueva y reencuentra en sus bases, a través de los signos de los tiempos, y con esto volver a encantar a niños y a jóvenes, y también a nuestros adultos mayores (…) están llegando pocos niños y jóvenes a las parroquias, pero sí sabemos que hay muchos que están en los colegios, cómo poder hacer este nexo entre los colegios y la catequesis para que se reencuentren con las parroquias y así fomentar la vida comunitaria”.
Luego de este plenario, los agentes pastorales pudieron votar por las frases que más les llamara la atención para proponer acciones misioneras en nuestra diócesis.
El CDP finalizó con la oración y bendición final, y con un compartir donde se comieron unas ricas empanadas, en los pasillos de la parroquia Sagrada Familia.
