En el día de la Inmaculada Concepción el santuario de Corinto recibió una gran cantidad de fieles, quienes se acercaron desde distintas partes de la región para ser testigos de esta hermosa fiesta de piedad popular.
Para el domingo 08 de diciembre Corinto celebró a la Purísima realizando varias misas en este Santuario, la primera de ellas inició a las 07:00 horas y estaba dirigida a los primeros peregrinos que se acercaron, luego se realizó la segunda a las 09:00 horas para los niños y jóvenes, especialmente para aquellos que se preparan para la primera comunión y confirmación.
Posteriormente se realizó una Eucaristía a las 10:30 horas y luego una a las 12:00 del mediodía, la cual estuvo presidida por el Administrador Apostólico de la Diócesis de Talca, el obispo Galo Fernández Villaseca.
“Nos reunimos a celebrar con cariño y alegría la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, un tiempo que nos prepara a recibir al Hijo de Dios. La Iglesia de algún modo nos está señalando que el Hijo viene porque Dios ha preparado un camino, Jesús nace porque la iniciativa viene de Dios”, con estas palabras el padre Galo inició su homilía.
Además, indicó que como hijos de María tenemos que estar dispuestos a recibir las señales de Dios, así como lo hizo ella para llevar en su vientre a nuestro Salvador.
La situación país no estuvo apartada de sus palabras e indicó que como país “estamos acostumbrados a situaciones de la naturaleza, terremotos, tsunamis, sequías, aluviones, erupciones volcánicas, tantos fenómenos de la naturaleza, que nos hieren, pero paradójicamente nos unen porque nos ayudan a vivir en solidaridad. Hoy día vivimos una circunstancia, podríamos decir de otra suerte de terremoto de una energía que se había ido acumulando y de repente estalló y reventó hiriendo nuestras relaciones sociales”.
Como parte de este momento que pasamos como país, el obispo aseveró que ante esta herida tenemos que convertir nuestro corazón primero, preguntarnos cómo podemos contribuir para que esta patria sea una nación de hermanos. Dejar de mirar los intereses personales y actuar como comunidad solidaria que busca el bien común siempre.
Una vez finalizada la homilía se continuó con la celebración Eucarística a la cual se sumaron un grupo de niños que celebraron también su primera comunión, momento muy hermoso que emocionó a más de uno. Seguidamente, el obispo invitó a estos niños a sentarse junto a él para disfrutar de unos bailes típicos que realizó un grupo de jóvenes del sector, en honor a la Purísima.
Ya al culminar la Eucaristía se empezó la procesión de la imagen por las calles de Corinto, reuniendo a familias enteras, adultos mayores y jóvenes en el camino. Luego de recorrer unos cuantos kilómetros la Virgen fue regresada al Santuario donde se le realizó una última Misa en su honor a las 16:00 horas.
Celebraciones en otras parroquias
Cabe destacar que en otras comunidades de la diócesis también se celebró la Inmaculada Concepción de María, como es el caso de Lipimávida, Duao, Teno, Hualañé y Los Coipos.
Desde Duao 6 kilómetros de procesión fueron realizados en un clima de respeto, alegría, fe y esperanza, para orar buscando una pronta solución al momento que estamos viviendo como país. Terminado con la celebración Litúrgica y un compartir entre todos los participantes.
Por otra parte, el sábado 07 de diciembre por la tarde y el domingo 08 se celebraron Eucaristías en Teno por el día de La Inmaculada Concepción, donde una gran cantidad de fieles se dieron cita para celebrar junto al Señor que se hace alimento para nuestra salvación. El domingo por la mañana se realizó la Eucaristía donde alrededor de cincuenta niños hicieron su primera comunión junto a sus familiares y catequistas.
Posteriormente en la tarde, desde las 19:00 horas, se realizó la gran procesión, donde la imagen de la Virgen María recorrió las calles de Teno para culminar el mes consagrado a la Madre del Señor y del Pueblo de Dios y en la que participaron cientos de fieles.
La Procesión comenzó en el frontis de la capilla Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa de Población Nueva Bellavista para posteriormente culminar en el frontis de la Sede Parroquial, donde se realizó un desfile y el sacramento de la Eucaristía. En la Misa se rezó por nuestro país, con la oración por Chile, uniéndose a toda la Iglesia nacional que hizo éste gesto de consagración por Chile a la Virgen del Carmen.