Desde que se intensificó la pandemia en nuestro país y región y las clases presenciales fueron totalmente suspendidas, las necesidades de diferente índole en las comunidades estudiantiles se hicieron presentes.
Esta realidad también forma parte de los alumnos y apoderados del Colegio Integrado San Pío X de Talca (CIT), por ello desde el mes de mayo se ha realizado una labor conjunta entre el Directorio de la Fundación Educacional, el Departamento de Pastoral del colegio, familias y su capellán el padre Cristian Avendaño, para brindar una ayuda solidaria a quienes más lo necesitan de su comunidad estudiantil.
La hermana María Elena Navarro, coordinadora del Departamento de Pastoral del CIT, nos comentó en que la ayuda constó de entregar a los alumnos chips con conexión banda ancha a internet y facilitar 33 computadores del colegio a aquellos alumnos que más lo necesitaran en sus hogares para las clases online.
“Cuando comenzaron las clases online, los apoderados empezaron a manifestar su dificultad de que los niños no se podían conectar y también fue surgiendo desde los profesores jefes que fueron detectando a los niños que no se conectaban y era porque no tenían computadoras. Entonces se hizo un sondeo a través de ellos para ver cuántos niños estaban en esa situación y este sonde se hizo también con ayuda del equipo social del colegio”.
Así mismo, la hermana María Elena Navarro aseveró que el colegio ha hecho un gran esfuerzo para ayudar en las situaciones que están viviendo las familias y buscaron los recursos para entregarles a ellos 54 gift card para compras en supermercados y 15 canastas de alimentos, a través de la Pastoral Social de la Diócesis por medio de su capellán.
En este sentido, la coordinadora del Departamento de Pastoral indicó que las familias han estado muy agradecidas por ver como su comunidad estudiantil se ha preocupado por ellas y han buscado alternativas para ayudarlos.
“Ellos nos dicen que se emocionan mucho, a mí me tocó en dos ocasiones entregar las gift card y la emoción de la persona que la recibe, la gratitud, algunos la alegría de decir “la necesitaba”. Me acuerdo que la última vez que entregamos la mayoría se emocionó, porque ya los habíamos llamado para avisarles de esta colaboración, pero cuando lo vieron de verdad se emocionaron mucho”.
Por último, la hermana María Elena Navarro informó que como colegio seguirán apoyando a sus alumnos y apoderados mientras la situación lo amerite y siguen trabajando por conseguir los recursos para facilitar ayudas de este tipo.