Mons. Pedro Ossandón Buljevic, obispo Castrense, fue el predicador del retiro del clero de la Diócesis de Talca, que se desarrolló del 11 al 15 de marzo en la casa San Alberto Hurtado de Vilches.
Consultado acerca de esta instancia de oración y reflexión en tiempo de Cuaresma, el obispo Ossandón destacó que el título del retiro fue “Señor, enséñanos a orar”.
“Siguiendo lo que nos ha pedido el papa Francisco al iniciar el año santo jubilar de la oración, el título del retiro es la petición que le hacen los apóstoles a Jesús cuando lo ven que reza mucho, y le piden que les enseñe a orar. Todo el retiro ha tenido como motivo el renovar, recrear la vida de oración sobre todo del sacerdote”.
El obispo agregó que “es de importancia una semana de oración del clero por varias razones. La primera es que la oración es esencial en el ministerio, sin oración no se entiende el sacerdote, ni el sacerdote tiene fuerza y sabiduría para realizar su ministerio pastoral. Otra importancia es que el mismo Jesús pide la unidad, la comunión en el amor, por lo tanto, la fraternidad sacerdotal con el obispo es esencial en la evangelización. Mientras más unido esté el clero con su obispo con más fuerza se anuncia la palabra de Dios.
Don Carlos González y la oración
El pastor también hizo alusión al entrañable vínculo que tiene con la Diócesis de Talca y con la figura de don Carlos González, quien fue obispo de esta Iglesia por 30 años.
“Mons. Carlos González no solo está muy presente en el corazón de la diócesis, sino también de la Iglesia en Chile, del CELAM y de la Iglesia Universal. Es un obispo que nos enseñó a seguir a Jesús con humildad, con sencillez y a cultivar una profunda vida interior. Él subrayaba mucho la importancia de la vida espiritual de las personas. Para mí en lo personal es una alegría reencontrarme con sacerdotes ordenados por don Carlos González. Providencialmente él me dejó como herencia su cruz pectoral y su anillo, y siempre le he pedido a Jesús que esa sapiencia de don Carlos esté muy presente en mi servicio”.
“Por de pronto, todos estamos leyendo un folleto de don Carlos que se llama ‘El camino de la oración’, escrito en marzo de 1973 en un contexto socio-político muy difícil para Chile. Ahí él dice que lo más importante en esas situaciones tan trágicas es sostenerse y guiarse en la oración”, concluyó el obispo Pedro Ossandón.
Fiesta del Perdón
Hay que destacar que, en la tarde del jueves en un ambiente de oración y reflexión, se realizó la Fiesta del Perdón. 38 sacerdotes presididos por Mons. Galo Fernández, obispo de Talca, compartieron el sacramento del perdón.
Tres pendones motivaron el encuentro bajo los añosos castaños: 1. El retorno del hijo pródigo (obra de Rembrandt); 2. El buen Samaritano (pintura de Van Gogh); 3. Nuestro Vía Crucis (arpillera datada de 1976, sería una de las primeras que realizaron las madres de Detenidos Desaparecidos).
El signo fue compartir todos del mismo pan distribuido por el obispo, en un gesto de comunión y participación. El encuentro estuvo animado por padre Hernán Vergara, con apuntes de P. Jaime Verdugo y Mons. Carlos González. Todo finalizó con el rezo de vísperas por todo el clero de la diócesis.
(Colaboración: P. Hernán Vergara)
