El viernes 04 de octubre, en la celebración de San Francisco de Asís, se llevó a cabo la tradicional y tierna bendición de animales en este templo que se emplaza en la 2 Poniente con 1 Sur.
A las 18:00 horas comenzaron a llegar los fieles al santuario junto a sus animalitos, entre ellos perros, gatos, gallos y hasta borregos. Una actividad que sin duda alguna convoca a las familias, para llevar a estos seres a recibir la bendición, ya que también son parte del hogar.
Una de las asistentes y por primera vez a la bendición de animales fue Silvana Casanova, junto a su borrega llamada Orejas, de apenas 13 días de nacida. Ella comenta que decidió venir esta vez para rezar por su borrega, ya que su madre murió durante el parto, y la están alimentando ellos, con la esperanza que sobreviva para después insertarla al rebaño.
“Pienso que es súper importante bendecir a nuestras mascotas y animales, y en el caso de ella más porque el cordero es un animal sagrado para la Iglesia, lo único que espero es poder salvarla, ha tenido unos primeros días de vida complicados y creo que el Señor con su bendición me va a ayudar a que se salve”.
También Valentina Ruiz, del sector de La Florida, acudió con su perrito Copito y aseveró es el segundo año que asiste junto a él, “los animalitos son cada vez más importantes para las familias, y que puedan ser incluidos en actividades de la Iglesia, en especial por San Francisco de Asís, patrono de la naturaleza y los animales, es un acto de amor para ellos, como siempre debemos tratarlos”.
Por otra parte, Santiago Muñoz quien lleva años siendo parte de esta celebración, fue en esta oportunidad con su gallo Ricardín, y expresó que “todos los seres vivos en alguna ocasión necesitan la mano de Dios”, por eso no deja de asistir juntos a sus mascotas.
El regalo de la creación
Ya para el momento de la bendición, el padre Marcelo Díaz, párroco de la parroquia El Sagrario y encargado del Santuario de Pompeya, indicó que “vamos a celebrar este día de San Francisco, para agradecer al Señor por el regalo de la creación, vamos a pedir por estos ‘hermanos menores’ como los llamaba Francisco, para que el Señor los bendiga y bendiga el cariño que le entregan a cada uno de ustedes (…) le pedimos al Señor que nos regale su auxilio, su protección y ayuda”.
Seguidamente se leyeron algunas lecturas y oraciones, para posteriormente el sacerdote comenzar a rociar el agua bendita a todas las mascotas y animales presentes, así como también a sus familias.