Resonaba la alabanza en Limávida este fin de semana. A pesar de las lluvias, y alertas tempranas, los peregrinos llegaron con fe y entusiasmo a la fiesta religiosa de La Mercedita, este sábado 09 y domingo 10 de septiembre.
Desde la madrugada del domingo, a las cuatro de la mañana aproximadamente, comenzaron a llegar cientos de jóvenes y adultos que peregrinaron por los caminos y valles de la Zona Costa, a pie, en bicicletas, a caballo y todo medio de movilización para llegar a la "casa Santuario de la Virgen de la Merced".
El Rector del Santuario, el padre Hernán Vergara, señaló en el recibimiento desde la madrugada: “Los santuarios son los brazos misericordiosos de una Iglesia que siempre tiene que ser Madre. Una Madre que hace que este lugar Sagrado sea de todos y todas.
En un marco de alegría, canto y oraciones se vivieron las misas y los distintos momentos de devoción. Monseñor Galo Fernández, Obispo de nuestra Diócesis, se hizo presente como peregrino y presidió la Misa Central a las 11:30 horas, la que por motivos de lluvia se celebró en el templo.
En su homilía, nuestro pastor aseveró que esta es una fiesta de tanta tradición “que marca un momento crucial en el año de reencuentro con el rostro hermoso de la Virgen Madre, Madre que nos acompaña en la verdad toda la vida, como lo hace una Madre, pero que la celebramos especialmente en esta fiesta”.
“Es una oportunidad de reencuentro con su rostro, pero también reencuentro con Dios (…) Creemos que todo lo logramos por nosotros mismos y olvidamos que todo lo podemos en aquel que nos conforta en la reconciliación, porque a veces olvidamos a Dios y dejamos de lado sus caminos y nos volvemos tan egoístas”.
Así mismo, indicó que en la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado, Chile debe seguirse construyendo en el diálogo y el entendimiento.
“Chile no tiene vocación de lucha enconada entre nosotros mismos, quienes habitamos esta tierra tenemos que aprender a ponernos de acuerdo y es un camino exigente pero hermoso. El Evangelio nos propone este camino de corrección fraterna que va unido a un camino de perdón, de aceptar al otro”.
Por último, el obispo Galo Fernández pidió al Señor por las familias que se han visto afectadas por las lluvias e inundaciones: “Los últimos meses hemos vivido con dolor las dificultades que han venido por estas lluvias torrenciales que han generado tanta dificultad, que complejo se nos ha vuelto el planeta. Los cambios de clima sabemos que son consecuencias del uso abusivo, la explotación de sus recursos de la contaminación que hemos ido generando, necesitamos también reconciliarnos con nuestra tierra. Elevamos al Señor en los ojos de la Virgen una súplica para que ayude a quienes han perdido mucho en estas contingencias del último tiempo”.
La fiesta de la Virgen de Las Mercedes de Limávida finalizó el domingo 10 de septiembre a las 18:00 horas con la misa de envío, la lluvia no detuvo las ofrendas y mandas por parte de los peregrinos que pudieron visitarla.
¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA MERCED!!
Colaboración: Padre Hernán Vergara / Patricio Bravo.