Este fue el deseo del obispo Galo Fernández a los estudiantes y profesores de los colegios católicos de Talca, en la bendición del inicio del año escolar que se celebró este jueves 27 de marzo.
Desde las 10 de la mañana, el santuario María Auxiliadora recibió a decenas de alumnos, así como también a profesores y autoridades de la región, para vivir con alegría esta bendición de inicio del año escolar, organizada por la Vicaría de la Educación de la Diócesis de Talca y los delegados pastorales de los colegios católicos.
Como primer momento, se cantó el himno nacional y seguidamente el rector del Centro Educativo Salesianos Talca, Reinaldo Castro, compartió un saludo de acogida al ser los anfitriones de esta celebración, que además estuvo marcada por el centenario de la diócesis y el año jubilar.
“Somos una escuela que educa, y que educa para la vida. Cada uno de los colegios acá también tiene esa misma misión, educar para la vida, para ser parte de esta sociedad. Somos un colegio de iglesia, somos un colegio confesional, colegio católico, entonces somos también una parroquia que evangeliza y que mejor que estar dentro todos juntos en este santuario que también tiene más de 100 años y es un icono aquí en la ciudad de Talca, que ha tenido altos y bajos, pero estamos aquí como testimonio vivo de lo que es la educación católica”.
Luego de estas palabras, dos alumnos salesianos interpretaron dos piezas musicales, que amenizó el momento. Y después, el padre Carlos Letelier, Vicario de la Educación fue el encargado de leer el Evangelio del día.
Crezcamos para que demos fruto
El obispo de la diócesis, monseñor Galo Fernández, también expresó algunas palabras para todos los presentes.
“Al comienzo de un año alguien podría decir, ‘Deseamos éxito, que nos vaya bien, que no tengamos problemas, que se alcancen todas las metas’. Y la palabra éxito yo siento que a veces nos puede confundir. ¿De qué éxito hablamos? La palabra del Evangelio nos propone otra palabra distinta. No es éxito, sino fecundidad. Fecundidad podría ser el crecimiento, dar fruto. Para llegar a dar fruto, a veces hay que pasar por un proceso de purificación”.
“Eso les quiero desear, que sea un año fecundo. Eso es lo que la palabra del Señor espera de nosotros, que crezcamos para que demos fruto. Y me atrevo a agregar que somos un grupo importante, pero una parte de los colegios de Talca son parte de una generación de jóvenes en un mundo complejo y convulsionado. En un mundo que a veces por mirar solo el éxito personal olvida lo que significa un triunfo que no es de competencia, sino es de comunidad, fraterno”.
Como signos de esta celebración de bendición de inicio de año escolar, se presentaron dos logos, el primero el de los 100 años de la Diócesis de Talca, y el segundo el del Año del Jubileo.
Ya para finalizar, se les entregó a los alumnos, profesores y asistentes de la educación unos lápices, y posteriormente monseñor Galo Fernández, los bendijo para este nuevo año escolar, y envió para continuar con la hermosa labor educativa y pastoral que tienen en cada uno de sus colegios.
Hay que señalar que la bendición del año escolar también se efectuó en la Zona Curicó, en el Centro Educacional Manuel Larraín, el miércoles 26 de marzo.