En el Santuario de Nuestra Señora de Las Mercedes de Limávida, se reunieron algunas parroquias de la Zona Costa, el pasado viernes 15 de agosto, para vivir esta fiesta tan especial.
La celebración inició a las 11:00 de la mañana, con el traslado de la imagen de Nuestra Señora de Las Mercedes a la explanada del santuario donde los fieles esperaban por ella, allí el padre Hernán Vergara, rector del santuario, inciensó la nueva anda de la imagen que fue construida con madera del antiguo altar de más de 300 años, para así con este signo entronizar a la Virgen.
Seguidamente, todos los presentes iniciaron la peregrinación jubilar, con nuestra Madre por los alrededores del santuario, como signo de su devoción por ella en este día en que se celebraba su Asunción a los cielos.
Ya una vez en el templo, se inició la celebración Eucarística que fue presidida por el padre Hernán Vergara, y concelebrada por el padre Carlos Letelier, párroco de Curepto y el padre Sergio Díaz, párroco de Villa Prat. Una vez dentro del santuario, el padre Carlos Letelier roció agua bendita a la Virgen y su nueva anda, así como a los anderos y a los peregrinos, para renovar el compromiso como Iglesia pueblo que peregrina en la Zona Costa.
Realizada las lecturas del día, el padre Hernán expresó en su homilía que “nosotros y los anderos prestamos nuestros pies, nuestros hombros, el corazón, para acercarnos y saludar a la Virgen, en nombre de todos aquellos que están enfermos y postrados en una cama, y no pueden hacerlo (…) el Papa Francisco nos decía ‘nunca una persona, nunca una comunidad, un pueblo, puede sentirse huérfano porque tenemos una madre en común’, y que lindo cuando celebramos en este santuario tan sencillo y humilde, por estos parajes de la costa, celebramos a la Virgen como nuestra protectora, no es más que reconocer que tenemos una mamá en común”.
Celebrando nuestro centenario
Así mismo, el sacerdote recordó también que vamos juntos caminando hacia la celebración de los 100 años como Diócesis de Talca.
“Somos una pequeña porción de la Iglesia Diocesana que camina hacia su centenario. Vamos a celebrar 100 años en que se constituyó nuestra Diócesis de Talca, pero el caminar en la tarea de la evangelización tiene mucho más años, celebramos hace muy poco con la parroquia de La Huerta 200 años, más de 300 años la parroquia de Curepto, y así un largo caminar. Pero cuando se constituye como diócesis vamos a celebrarlo el 18 de octubre”.
“Nos reunimos en este tiempo jubilar en nuestro santuario, y hoy en esta peregrinación jubilar de nuestras parroquias: Villa Prat, La Huerta del Mataquito, Hualañé y Curepto, nos unimos a tantos que peregrinan en diferente lugares. La piedad popular, la espiritualidad del pueblo, de lo sencillo, refleja eso, una expresión libre, gratuita y cariñosa que brota del corazón para con Dios, y que nos han dejado los primeros evangelizadores a través de estas antiguas imágenes, una expresión de la fe”.
“María llena de esperanza, una mujer llena de fuerza, de cariño, pero que también sabía mirar más allá, y lo decía no con la tranquilidad, sino que lo decía precisamente con ese ambiente duro y difícil, en que los más poderosos esclavizaban y pasaban encima de ellos”.
Por último, el padre Hernán agradeció a los anderos porque cada año llevan en sus hombros a la Madre, y agradeció a cada peregrino presente.
Ya al finalizar la celebración Eucarística, se dedicó un momento especial para saludar a los dos nuevos diáconos de la Zona Costa, Javier Daza y Julio Maldonado, junto a sus esposas. Se les brindó un fuerte aplauso y en nombre de la parroquia de Hualañé, donde realizarán su servicio, se les entregó una estola de regalo a cada uno de ellos.
La jornada prosiguió con el fraterno compartir de las comunidades presentes en esta bella celebración.