Este año jubilar nos invita a vivir la esperanza de manera plena y auténtica, y nos permite a nosotros, los frailes franciscanos conventuales, dar gracias al Señor por los 30 años de presencia franciscana en tierra chilena, iniciada en 1989 con la llegada del primer fraile misionero, el cual dio inicio a un camino de fe, servicio y fraternidad. Su misión fue un gesto de valentía y confianza en el Señor, en una tierra lejana y llena de desafíos.
Sin embargo, la historia de la misión en Chile tiene raíces aún más profundas. Investigaciones recientes del Centro de Estudios Antonianos de Padua, Italia, han mostrado que los primeros intentos de establecer una presencia franciscana conventual en Chile se remontan a 1948, como se lee en una carta del p. Giuseppe Fiala al arzobispo de Santiago, José María Caro. Estos primeros pasos, aunque no se concretaron de inmediato, testimonian la pasión misionera de la Orden y el deseo de llevar la vida franciscana a todos los rincones del mundo.
A comienzos de los años 90, la Provincia Patavina (Italia), junto a la Provincia Rioplatense (Argentina), decidió iniciar el “Proyecto Chile”, una misión en un país distante unos 12.000 kilómetros de Italia. Parecía un desafío casi imposible, pero los frailes, guiados por la fe y la fraternidad, trabajaron con empeño y paciencia. En 1995 se identificaron los primeros lugares de misión en Copiapó, con el p. Pedro Beltrame y el p. Giorgio Morosinotto como primeros misioneros, seguidos luego por el p. Maurizio Bridio y fray Ramón Zas. Allí comenzaron a construir relaciones con la gente, conocer la cultura local y comprender las necesidades espirituales y materiales de la población.
En 1996 se abrió una segunda comunidad en Santiago, primero en la zona de Conchalí y luego, desde 1998, en el Santuario de la Inmaculada Concepción en San Ramón, en la periferia de la capital, un lugar con una larga tradición franciscana donde hasta hoy florecen numerosas actividades. La Delegación se enriqueció gracias a la colaboración con otras Provincias —Boloñesa, Rumana, Indonesa y Croata— que enviaron frailes y clérigos para sostener las comunidades, fortaleciendo así la vida fraterna y compartiendo experiencias de fe y servicio.
En los años siguientes, los frailes pensaron en abrir una tercera comunidad en El Monte. Sin embargo, el Espíritu Santo los condujo a Curicó (Diócesis de Talca), a la parroquia Jesús de Nazareth, donde hoy se encuentra la comunidad definitiva, que además es casa de formación para los postulantes. El inicio no fue fácil: un fuerte terremoto golpeó la zona en febrero de 2010, generando dificultades logísticas y pastorales, pero los frailes no se desanimaron y continuaron su misión junto al pueblo de Dios.
En este período, dieron un aporte muy valioso frailes como el p. Tullio Pastorelli, el p. Enrico Brocchi y el p. Giuseppe Bellini, quienes hoy están en Italia, pero siguen siendo parte esencial de la historia de la Delegación chilena. Después de 2010, creció con fuerza también la pastoral juvenil, centrada en el servicio a los más pobres durante dos misiones anuales, una de verano y otra de invierno. Estas experiencias ofrecen a los jóvenes la oportunidad de vivir concretamente la fe, crecer en fraternidad y descubrir la alegría del servicio generoso.
El camino de los frailes en Chile ha dejado siempre una huella profundamente positiva, a pesar de las diferencias culturales entre Italia y Chile. Los misioneros quedaron profundamente impactados por la vitalidad de la fe popular chilena, la calidez de la gente y la espontaneidad con que se vive la espiritualidad en lo cotidiano. La piedad popular —expresada en cantos, procesiones a la Virgen, gestos y símbolos— no es solo devoción, sino una manera concreta y encarnada de vivir la relación con el Señor. Además, la riqueza y variedad del territorio chileno —desde el desierto de Atacama hasta la Patagonia, con Los Andes como columna vertebral del país— hace que cada misión sea una experiencia única.
Este año celebramos con alegría estos 30 años, agradeciendo al Señor por todo lo que ha obrado en nosotros y a través de nosotros. Durante el mes de octubre y noviembre compartiremos en nuestras redes sociales (@franciscanoschile) material histórico y testimonios, culminando el 15 de noviembre con la Misa de Acción de Gracias junto a nuestro Ministro Provincial, en visita canónica, en el Santuario Inmaculada Concepción, San Ramón (Santiago).
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Fray Benjamín Castro
Video 30 años:
https://youtu.be/PzfKgr6OwrM?si=Tqn4K0U51fs7b1ko
Fotos
https://youtu.be/bbAGOUDAsB0?si=1P9rJT0yWr3c8nbD