Cientos de vecinos se reunieron este domingo 23 de noviembre para acompañar la procesión y posterior Eucaristía en honor a San Clemente, en una jornada marcada por la oración, la música y el espíritu comunitario.
La comunidad de San Clemente vivió una emotiva fiesta patronal este domingo 23 de noviembre, con motivo de la fiesta de su santo patrono. La celebración comenzó a las 18:00 horas en la Plaza de Armas, donde numerosos fieles se congregaron para iniciar la procesión por las calles céntricas de la comuna.
La actividad fue organizada por la Parroquia de San Clemente en conjunto con la Municipalidad, a través de la Corporación de Cultura, y contó con la participación de agrupaciones locales como Semillero 95, Nahuen, Entre Ríos y Cantares, además del Club de Domaduras Los Broncos y otras personas y equipos que apoyaron la jornada.
Tras la procesión, la comunidad se reunió en el templo parroquial para celebrar la Eucaristía folclórica presidida por el párroco, el padre Raúl García. En su homilía, el sacerdote destacó la figura histórica y espiritual de San Clemente.
“San Clemente fue Papa de la Iglesia entre los años 93 y 101 después de Cristo. Es el tercer sucesor de San Pedro. San Irineo que vivió en el siglo II, dice que San Clemente vio a los santos apóstoles Pedro y Pablo y trató con ellos. Sus restos fueron llevados a Roma por los Santos Cirilo y Metodio en el año 860 y fueron recibidos con gran solemnidad en la ciudad”.
El padre Raúl también invitó a la comunidad a reflexionar sobre los desafíos del presente a la luz de la célebre carta de San Clemente a los Corintios: “Por la carta de los Corintios podemos conocer algo del pensamiento espiritual de nuestro santo patrono. Uno de los temas más interesantes de San Clemente es tratar con los Corintios el tema de la envidia y de los celos, grandes males que invaden y penetran nuestras comunidades cristianas, nuestras familias y la sociedad toda, y dejan a un lado la justicia y la paz (…) Cuando entran los celos y las envidia ya nos desprendemos del bendito amor de Dios y podemos caer en el fracaso del amor”, llamando a todos a cultivar un corazón humilde y dispuesto al servicio.
A partir de este mensaje, el padre Raúl animó a los feligreses a realizar un examen de conciencia comunitario: “¿Qué podría decir hoy San Clemente sobre los avances y debilidades de la parroquia? ¿Qué actitudes se deben fortalecer para seguir creciendo en la fe, la evangelización y la vida fraterna?”
La celebración concluyó con la bendición final y un tradicional baile de cueca en honor a la Virgen del Carmen, sellando una jornada llena de devoción, identidad y participación comunitaria que reafirmó el rol de San Clemente como guía espiritual de su pueblo.