La mañana del viernes 28 de noviembre, a las 10:00 horas, la Catedral de Talca recibió a las comunidades educativas que trabajan junto a la Vicaría para la Educación, para celebrar la misa de finalización del Año pastoral 2025.
La eucaristía, preparada por el Consejo Juvenil de Educación junto a los encargados de pastoral, fue presidida por el obispo de Talca, Mons. Galo Fernández, y contó con la presencia de vicarios, capellanes y numerosos estudiantes que participan activamente en sus equipos pastorales.
Durante su homilía, Mons. Galo Fernández invitó a las comunidades a reconocer la centralidad del Evangelio en la misión educativa y la importancia de acompañar a los estudiantes en la búsqueda del sentido profundo de la vida.
“¿De qué sirve llenarse de capacidades si no se tiene un propósito para vivir? El sentido de la vida es lejos lo más importante (…) El Evangelio de Jesús nos hace una propuesta atractiva, exigente. Vivir con una misión, vivir para poner amor en el mundo y es por eso que la primera lectura que hemos leído ahora ‘ámense sinceramente, ámense los unos a los otros’ recoge con ello el centro del Evangelio de Jesús, el primer mandamiento fundamental, que nos amemos. Y que hagamos de este de este mundo un mundo donde prime el amor, el respeto, el cuidado por todo, particularmente el cuidado por los más pequeños y los últimos. Un mundo así se vuelve hermoso”.
Asimismo, recordó que la misión cristiana implica ser constructores de un mundo más humano y expresó su alegría al celebrar esta eucaristía con los jóvenes que son testigos de Jesús en medio de sus compañeros.
“Hoy celebramos esta Eucaristía para dar gracias por un año más del caminar de educación, pero en particular de esta presencia pastoral que de algún modo son cada uno de ustedes. La pastoral en un colegio no la constituyen únicamente los profesores, los monitores de los sacramentos, sino que es una tarea que desde el comienzo se nos confiere a los que hemos recibido la gracia de abrir el corazón al mensaje de Jesús y de querer ser parte de este pueblo que camina anunciando su nombre”.
Seguidamente en el ofertorio los colegios presentaron símbolos de su caminar pastoral durante el año, como el colegio San Ignacio que ofreció el logo de los 100 años de la Diócesis, el Liceo Santa Marta presentó un collage con las actividades pastorales del 2025, los representantes de cada colegio llevaron al altar palomas decoradas por sus propias pastorales y los colegios Santa Teresita de Talca y Colín entregaron denarios.
La eucaristía concluyó con la bendición final, enviando a las comunidades a continuar su misión educativa y pastoral, confiados en la gracia de Dios y unidos en el compromiso de seguir construyendo un mundo más fraterno desde sus colegios.