El sábado 27 de diciembre, al mediodía, la comunidad del sector La Calor vivió un momento de profunda alegría y gratitud con la bendición de su capilla Ángeles Custodios, perteneciente a la Vice Parroquia Bajos de Lircay, tras un largo y significativo proceso de restauración.
La comunidad rural se reunió para celebrar este importante hito en un espacio que, por más de cuatro décadas, ha acompañado la vida de fe, encuentro y oración de sus habitantes. La Eucaristía fue presidida por el obispo de la Diócesis de Talca, monseñor Galo Fernández, quien compartió con los vecinos este momento tan esperado.
La hermana Ana Mendoza Aguilar, religiosa de la congregación del Amor de Dios y acompañante de la vida pastoral de la Vice Parroquia Bajos de Lircay, destacó el profundo valor comunitario que tuvo este proceso de recuperación del templo.
“Esta capilla debe tener por lo menos unos 40 años o quizá un poco más, y como se hace en el campo, la gente la fue levantando en la medida de sus posibilidades, como un lugar de encuentro, de oración y de culto”, señaló.
La religiosa recordó que la capilla fue construida originalmente en adobe y que sufrió importantes daños tras el terremoto de 2010: “Si bien no colapsó, presentó graves deterioros estructurales que hicieron necesario un proceso de restauración profundo. Gracias al esfuerzo organizado de la comunidad, a través de rifas, aportes económicos, trabajo voluntario y el apoyo del Obispado, fue posible recuperar este significativo espacio pastoral”.
Asimismo, subrayó el sentido que esta restauración tuvo para los vecinos del sector. “La gente se siente feliz porque este es su punto de encuentro, un espacio que les pertenece, porque entre todos lo han levantado. Están contentos de ver que pueden organizarse, trabajar juntos y ser gestores de sus propios espacios de encuentro y adoración”, expresó.
La celebración de bendición de esta capilla culminó con un momento fraterno, donde la comunidad compartió un almuerzo comunitario como gesto de agradecimiento a todas las personas que colaboraron en la restauración de la capilla.