En la iniciativa participaron alrededor de 120 niños pertenecientes a las poblaciones San Luis, Villa Francia, Carlos González y Nueva Ilusión.
Desde el 18 de Julio, en dependencias del Colegio Integrado, la Juventud Católica (JUC) de la parroquia El Sagrario realizó sus tradicionales colonias de invierno para niños de diversos sectores vulnerables de la ciudad de Talca.
Esta iniciativa, que también se realiza en verano, se desarrolló hasta el viernes 22 de julio y contó con numerosas actividades para los 120 pequeños participantes, los cuales provienen de cuatro poblaciones de la capital regional, estas son San Luis, Villa Francia, Carlos González y Nueva Ilusión.
Andrea Strange es una de las tres encargadas de las colonias, desde el año 2006 participa de ellas, siendo estas un incentivo para vivir el amor en Cristo. Los niños jugaban alrededor de ella, se sentían motivados a realizar cosas nuevas en compañía de sus pares aprendiendo nuevas cosas en su semana de vacaciones.
“Yo creo que esta ya es mi colonia 18 y en verdad siempre es gratificante, pese a que nosotros trabajamos siempre con los mismos niños, al generar un hábito en ellos siempre hay algo nuevo. Siempre hay caras nuevas, nuevas cosas, nuevos problemas que enfrentar pero en el fondo siempre es agradable y es algo que espero todos los años”, dijo.
Resiliencia
Los niños que participaron de las colonias, según comentó Andrea Strange, viven realidades muy complicadas y la idea es que en las colonias puedan superar esto y enfrentarlo.
“Y también fomentar en ellos la resiliencia, porque la mayoría de nuestros niños no tiene claro qué ser cuando grande o sus objetivos son súper pequeños, no tienen grandes sueños, no aspiran a estudiar, no se proyectan a futuro, entonces eso queremos cambiar. Nuestro tema es salir adelante, que ellos quieran tener metas”, señaló.
Emilio Salas es uno de los participantes de estas colonias. Con mucho entusiasmo comentó lo que vivió.
“Me parece muy bien porque acá nos distraemos y permitimos que nuestras mamás trabajen tranquilas (…) yo quiero aprender a pintar, soy muy malo para pintar y acá estoy aprendiendo. Acá nos enseñan cosas que no sabíamos y que no imaginábamos”, expresó.
Cada día de las colonias se trataron cosas distintas, como por ejemplo el tema de la familia y el futuro, además del apoyo entre pares. El día final hubo una liturgia, posterior a eso se realizó una completada en la que participaron los niños y los miembros de la JUC, todo eso amenizado por un grupo de malabaristas.